La demanda de alimentos saludables y ricos en nutrientes como la almendra crece día a día. Por ello, los procesos para obtener un fruto de calidad que cumpla con las expectativas de clientes y consumidores, son cada vez más sofisticados. Tras la cosecha, una de las etapas más importantes de la almendra es su descascarado, en donde la tecnología juega un papel crucial.
Como su nombre lo indica, el proceso se basa en separar la semilla de la cáscara y capa exterior que la protege. No obstante, para mantener intacta la semilla intervienen un conjunto de procesos industriales mecanizados y perfectamente controlados a través de máquinas descascaradoras. A continuación te presentamos los pasos que comprenden este proceso.
Recepción, pesado, clasificación y muestreo
Después de la cosecha o recolección de la almendra, el fruto es transportado a las plantas productoras para iniciar la primera parte del proceso de descascarado. En esta etapa inicial se realizan procesos como:
- Identificación del origen del fruto.
- Pesado y clasificación de acuerdo a su tamaño y variedad.
- Evaluación de calidad por medio de un muestreo observando siempre el rendimiento del lote, así como también el porcentaje de humedad, de la mezcla y de fruto podrido.
Limpieza
La almendra llega desde el campo a la planta procesadora con materia indeseable como ramas, tallos, hojas, tierra, etc. Por este motivo, es necesario que los frutos pasen previamente por la máquina despalilladora que se encargará de eliminar gran parte de las impurezas.
Almacenamiento y mojado
Antes de separar la almendra de su cáscara, el fruto limpio es almacenado en grandes silos secos. Posteriormente, se trasladan a otros silos a los que se les incorpora agua de manera uniforme con el objeto de remojar la cáscara y ablandarla para que pueda retirarse con mayor facilidad y así evitar que la semilla se dañe durante el proceso. El proceso de remojo dura entre 24 y 48 horas antes de pasar a la fase de descascarado.
Introducción a la máquina calibradora y rompedora
La máquina calibradora está configurada de manera electrónica para realizar una selección automática de la almendra y separarla por calibres. La máquina, además, cuenta con componentes conocidos como rompedores que tienen la potencia suficiente para partir la cáscara.
Separación
Una vez roto, el fruto se dirige a un sistema de calibración y aspirado que separa los productos que se obtienen de la rompedora, separando los elementos que aún tienen cáscara de los que se partieron correctamente. Los primeros se devuelven de forma automática a la máquina calibradora y rompedora para que pasen nuevamente por el proceso.
Máquina electrónica
En esta etapa, la semilla pasa por un conjunto de máquinas electrónicas que se encargan de retirar los elementos indeseables del fruto que hayan quedado de procesos previos. Todos los productos rechazados por la primera máquina pasan por un nuevo cribado en una segunda máquina, que filtran la almendra para recuperar los granos y trozos descartados. Por último, pasan por un proceso de selección que clasifica las semillas de acuerdo al tipo de partidor empleado (electrónicos, por gravedad o por pinchos).
Secado
Al finalizar el proceso de selección, el producto va a tanques de secado o secaderos continuos. En estos se aplica aire caliente a la semilla a temperatura controlada al menos por 6 horas.
Calibrado por selección electrónica y detección de metales
Uno de los procesos finales consiste en pasar la almendra por una indumentaria electrónica que separa el producto en función de su calidad para clasificarlos de acuerdo a las demandas de cada cliente. Además, transita por un detector de metales que se encargará de eliminar el resto de la materia indeseable.
Selección manual
En la etapa final interviene un equipo humano de especialistas que inspecciona visualmente el producto terminado para descartar aquellas almendras en condiciones que no cumplan con los niveles de exigencia de la industria o de los clientes.
Cada uno de los procesos agroindustriales mencionados anteriormente dependen de una ingeniería y maquinaría compleja con la que solo cuentan los productores y proveedores más experimentados. Es importante que en el proceso de descascarado de la almendra se cumplan requisitos de calidad y seguridad alimentaria, indispensables en un producto tan demandado como este.
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