A medida que vamos cumpliendo años, nuestro cuerpo requiere de nutrientes y vitaminas adicionales que nos ayuden a cuidar de nuestra salud.
Las numerosas propiedades saludables de los frutos secos son avaladas por múltiples estudios, revistas y organismos médicos oficiales que recomiendan la ingesta diaria de frutos secos y concretamente de almendras que pueden ser consumidas tanto crudas como tostadas.
A continuación te presentamos todos los beneficios de incluir las almendras en la dieta de los mayores:
Corazón
Con la ingesta de estos alimentos reducimos el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas, provocando una óptima salud para el corazón al reducir, a su vez, el riesgo ante coágulos sanguíneos a través de la L-arginina.
Coresterol
La nutrición es fundamental para poder mantener una óptima salud y estado del bienestar en los mayores, tanto física como mentalmente. Los frutos secos como las almendras favorecen la reducción del colesterol LDL cuando estos son introducidos en una dieta equilibrada, gracias a los ácidos grasos.
Cerebro
Las mejores oportunidades para incorporar los frutos secos en la dieta se encuentran en el desayuno o bien como complemento en las comidas principales, siempre bajo un consumo recomendado de 20-30g diarios. En el caso de las personas mayores, un mínimo de 10g de frutos secos de forma diaria contribuye a la mejora de la capacidad cognitiva, evitando el deterioro del cerebro.
En esta línea, la función cognitiva se ve reforzada con un mejor estado del razonamiento y del pensamiento de los más mayores, mientras que el consumo de frutos secos también ayuda a controlar la hipertensión gracias a su acción antiinflamatoria.
Pérdida de peso
El efecto saciante favorece el mantenimiento del peso adecuado, siempre que se produzca un consumo racional y aconsejado como un puñado de almendras, evitando así el consumo de otros alimentos dulces o grasos.
Los ácidos grasos de las almendras y el alto poder antioxidante que ofrece la vitamina E benefician el organismo con la cantidad de nutrientes esenciales para un correcto bienestar ante daños y enfermedades. Además, el alto contenido en fibra previene el estreñimiento gracias a la proliferación de las buenas bacterias que contienen los frutos secos, siendo uno de los alimentos con mayor nivel en fibra.
Sistema nervioso
Entre los minerales que contienen las almendras, el magnesio y el fósforo favorece el desarrollo del sistema nervioso, imprescindible para los más mayores.
Diabetes
Además, se trata de un alimento fundamental en aquellos que sufren diabetes por el control de azúcar en sangre gracias al alto nivel de magnesio.
Piel y cabello
La vitamina E, muy presente en las almendras, favorece el cuidado de la piel y el cabello a pesar del paso del tiempo, potenciando la producción de colágeno y elastina.
Huesos y músculos
Pocos alimentos contienen tantos minerales como los frutos secos, destacando el alto contenido en magnesio, potasio o hierro, entre otros, mientras son capaces de proteger ante los radicales libres gracias a la acción antioxidante. El calcio, el potasio y el magnesio contribuyen a la protección de huesos y músculos, reduciendo los calambres.
Intestino
Las grasas monoinstaruadas y poliinsaturadas que contienen las almendras otorgan la vitalidad y energía necesaria mientras se fomenta un peso saludable a través de la regulación del tránsito intestinal.
¿Cómo tomar las almendras?
A pesar de que las almendras cuentan con un gran consumo en snack, estos pueden ser introducidos en las dietas a través de elaboraciones en las que se conviertan en crocanti, complemento de ensaladas, ingrediente principal de batidos o incluso en postres o leche. En todos sus formatos, las almendras favorecen y contribuyen a mejorar el estado psíquico y físico de las personas mayores que requieren un extra de aporte de nutrientes y vitaminas.